“Si no
chocamos contra la razón nunca llegaremos a nada”
Albert Einstein
La Pedagogía no es aún una disciplina científica, es más bien una
recolección de opiniones sobre la enseñanza y la educación, matizada con
terminología científica, especialmente de la Psicología, para darle cierta
legitimidad en una época en que la ciencia ha logrado avances espectaculares en
otros campos. ¿Qué es lo que ha pasado con la Pedagogía?, ¿por qué no ha
logrado un estatus científico?
Al no tener un sistema de conocimientos rigurosos, en la Pedagogía se
han mesclado especulaciones propias de la filosofía de la educación junto con
ideologías diversas como el constructivismo, el llamado “pensamiento complejo”,
la pedagogía crítica, entre otras.
Otro de los grandes problemas de la Pedagogía es su diferenciación y
vinculación con la didáctica; pues al no tener claro su objeto de estudio, no puede
orientar el manejo práctico de la enseñanza.
El origen del problema
Junto con otras áreas del conocimiento, la pedagogía ingresa a la
modernidad en el seno de la filosofía. Al mismo tiempo que muchas disciplinas
lucharon en siglo XIX por independizarse de la filosofía, la Pedagogía también
hizo lo suyo, pero sin éxito.
El relativo éxito de la psicología como ciencia y la ideología del
paidocentrismo de principios del siglo XX obligaron a la pedagogía a
“psicologizarse”. Se creía que el descubrimiento de los mecanismos de la mente
llevaría a tener una enseñanza más efectiva (el artífice de tal programa
epistemológico en la Pedagogía fue Juan Federico Herbart) lo que ha sido
refutada por las investigaciones educativas empíricas y la misma experiencia de
los docentes. Lección: el conocimiento de los mecanismos de la mente no garantiza
comprender la comunicación pedagógica y mucho menos desarrollar una tecnología
de la enseñanza.
Lo increíble es que transcurrido más de un siglo, la Pedagogía no ha
logrado superar la estrechez de miras del siglo XIX. Todavía se sigue pensando
en la psicología como el soporte base que fundamenta una determinada doctrina
pedagógica y no tiene autonomía como disciplina científica.
El objeto de la pedagogía
La Pedagogía no ha logrado madurar como ciencia debido, entre otras
cosas, a que no se tiene claro su objeto de estudio. A lo largo de la historia
de la pedagogía se ha hablado vagamente de la educación y de la formación
como su objeto.
Desde la perspectiva epistemológica, la educación es un concepto más filosófico que científico; incluye los
valores, los ideales acerca del tipo de ser humano deseable, la formación
humana, etc.; aspectos hasta hoy no tocadas en la ciencia, pues se deja su
especulación a la filosofía. Desde el punto de vista fáctico, la educación es un fenómeno muy amplio que
incluye la enseñanza, las decisiones políticas sobre ella, los medios masivos
de comunicación, la cultura, etc. No puede ser objeto de una sola ciencia, pues
lo estudia la sociología, la política, la economía, la pedagogía, etc.
La idea de formación tampoco
es clara, es una metáfora extraída del trabajo artesanal. Nos da la idea de dar
forma a algo que originariamente es “informe”, como un artesano da forma a la
arcilla. Se ha intentado hacer gran cantidad de teoría en ese sentido, pero sin
llegar a buen puerto.
La salida al problema del objeto de la Pedagogía está en la categoría de
enseñanza. La enseñanza puede ser
estudiada sin necesidad de afiliarse a alguna doctrina filosófica como ocurre
con la idea de educación. La enseñanza es una relación comunicativa, mecanismo
esencial de la transmisión cultural, puede ser estudiada de forma objetiva en
cuanto a sus medios, resultados, estructura, etc.
Sin embargo, a pesar que la pedagogía tiene independencia con respecto a
su objeto de estudio; el concebir la enseñanza como una relación básicamente
comunicativa o un tipo especial de comunicación significa que la pedagogía
pertenece a las ciencias de la comunicación. Es decir, la pedagogía, siendo una
disciplina autónoma, es una disciplina que pertenece a las ciencias de la
comunicación.
La psicología puede ayudar a entender tanto a estudiante como a docente,
pero no puede fundar una pedagogía, porque es una ciencia básicamente de lo individual, es decir no estudia
relaciones, estudia sólo una parte de las relaciones humanas: la mente
individual (excepto la psicología histórico cultural). Siguiendo a Luhmann
diríamos que la psicología estudia el sistema psicológico, mientras que la
pedagogía estudia un tipo de sistema muy diferente: un sistema social. Pretender
explicar la enseñanza desde la psicología equivale a querer explicar el
funcionamiento del motor de un auto estudiando las pistas.
Estudiar el aprendizaje no ayuda en nada si no tenemos en cuenta la
relación comunicativa. Esa es la explicación de por qué la pedagogía del siglo
XX ha fracasado de cabo a rabo: por enfatizar en el aprendizaje, se ha perdido
la visión de la relación comunicativa.
La didáctica como una disciplina
técnica
La Pedagogía como ciencia estudia la enseñanza. Una teoría de la
enseñanza se encarga de desentrañar los mecanismos que la subyacen, pero no nos
dirá mucho sobre la infinita posibilidad de hacer de la enseñanza algo más
efectiva y eficiente. Para ello necesitamos de la Didáctica.
La Didáctica se encarga de estudiar las posibilidades técnicas de cómo
hacer más efectiva la enseñanza, la infinidad de técnicas para programar, los
medios didácticos, los tipos de métodos, etc. pero con la visión epistemológica
que proponemos tendrá un norte: ser ayuda efectiva para la enseñanza. De esta
manera, se podrá descartar formas caprichosas de programar (como la
diversificación curricular tal y como lo concibieron algunos iluminados del ministerio de educación
fujimorista), de evaluar, etc. que en lugar de ayudar a la enseñanza se
convierten en obstáculos.
Los maestros, al tener claro su objeto de trabajo, podrán hacer más
efectivas sus clases, harán investigación pedagógica, es decir investigación
sobre la enseñanza. Harán investigación didáctica, es decir sobre las técnicas
que resultan efectivas para la enseñanza. Las tareas de la pedagogía y la
didáctica se observan en el siguiente esquema:
Implicancias prácticas
La
refundación de la Pedagogía como ciencia de la enseñanza nos permitirá despsicologizar la práctica pedagógica
que tanto daño ha hecho en las últimas décadas a la labor docente contribuyendo
al deterioro de los aprendizajes en los alumnos. Nos permitirá crear
constructos más claros sobre los entes pedagógicos, y lo más importante, nos
permitirá abandonar conceptos inútiles como la evaluación de actitudes, o las
aburridísimas clases “significativas” de los constructivistas ociosos.