20 abril 2010

Crisis de la Pedagogía en la "postmodernidad"

Son muchos los factores que han contribuido con la crisis de la Pedagogía, desde la explosión de información y de los medios para su distribución, pasando por las exigencias económicas y políticas de la economía de mercado, hasta la ideología postmoderna y su expresión pseudocientífica: el constructivismo psicológico-pedagógico. En lo que sigue explicaré cada uno de ellos.

a) La Explosión de la información

Como nunca en la historia, los seres humanos tenemos acceso a grandes cantidades de información gracias al desarrollo de las llamadas TICs, lo que nos produce la ilusión de que los maestros y enseñantes en realidad poco a poco irán desapareciendo. Ya Ivan Illich en la década del setenta "auguraba" la desaparición de la escuela y todas las instituciones educativas, pues ya era consciente que las generaciones del futuro tendrían un acceso casi ilimitado a la información (como hoy lo vivimos los países que tenemos la suerte de participar en esta revolución tecnológica) y proponía especies de comunidades de aprendizaje. Hoy gracias a la red existen millones de comunidades de aprendizaje, pero aún así la escuela no ha desaparecido.

Hay muchas cosas que se pueden aprender en las comunidades virtuales, compartir bibliografía, música, vídeos, etc., pero no ha reemplazado a la escuela; al contrario la escuela se hace más necesaria hoy en día debido a que la sobrecarga de información requiere de personas que se encarguen de clasificarla, organizarla y presentarla didácticamente a los aprendices: cuando un niño ingresa a un buscador encuentra miles de páginas sobre un tema, sin un buen maestro solo se aprendería lo más superficial. Por lo tanto, sigue siendo necesaria la presencia de pedagogos y especialistas a pesar de que la información es más accesible hoy para las nuevas generaciones.

b) Las exigencias de la economía de mercado

El triunfo de la economía de mercado sobre la economía centralizada y planificada que proponían los socialistas, ha motivado a la oligarquía internacional (quienes dirigen la globalización económica vía OCDE, FMI, BM, BID, OMC) a impulsar reformas en todos los campos en los países de su influencia para garantizar la fluidez de capitales, bienes y mano de obra según sus intereses. De allí que presionan a los países y sus gobiernos a realizar reformas con "plantillas prefabricadas" y que muchas veces no responde a las realidades particulares; dentro de éste contexto, se vienen realizando reformas económicas, jurídicas, educativas, etc.

Para cumplir con las exigencias anteriormente dichas, las reformas educativas (de los noventa y las actuales) han puesto en jaque a la pedagogía, prácticamente la han desaparecido; se hacen con panfletos diseñados de tal forma que se orientan a anular la función del maestro dentro de la escuela, pues es la columna vertebral de todo sistema educativo; el objetivo: convertir a la escuela en un negocio y en una fuente de preparación de la mano de obra que necesita el sistema económico. ¿Es la finalidad de la escuela servir de apéndice a los procesos económicos? ¿y la formación de la persona? ¿es una quimera?; estas reformas educativas han hecho mucho daño al bajar el nivel de exigencia, promover la pérdida de tiempo en las escuelas, ¿quién rinde cuentas de ello?, ¿todos los ciudadanos estamos de acuerdo con dichas reformas? Se paga con nuestros impuestos y lo pagarán las nuevas generaciones que han sido privadas de una educación de calidad al haber centrado las reformas en promover una ideología pedagógica absurda como veremos a continuación.

c) Pedagogía "postmoderna"

El postmodernismo filosófico es un conjunto de doctrinas que consideran que "todo conocimiento es relativo", es decir que no hay verdades y que lo que es verdadero en una época es falso en otra. Hay un montón de pedagogos que sin saber que el relativismo filosófico es sólo un punto de vista sobre el conocimiento (existen muchos) repiten a los cuatro vientos estas supuestas "verdades" aprendidas de los pasquines con los que han sido "capacitados" (o incapacitados) y financiadas con el dinero de todos nosotros.

La expresión pseudocientífica (se viste del ropaje científico) del postmodernismo filosófico es el Constructivismo Psicológico, específicamente el Constructivismo Pedagógico. El constructivismo enarbola como si fuera nueva una idea ya conocida en la antigüedad: el aprendizaje depende de la actividad del aprendiz; Sócrates ya la conocía y hasta en la sabiduría popular se dice desde hace siglos que sólo se aprende aquello que lo practicamos ("Si escucho, olvido; si veo, aprendo; pero si lo hago, lo entiendo" - anónimo).

Sin embargo, a partir de esta verdad de sentido común, los constructivistas la han embadurnado con su ideología relativista y sostienen que no sólo se aprende haciendo, sino que el conocimiento es una construcción personal del aprendiz y que por lo tanto es algo privado; es decir nadie puede intervenir en el aprendizaje porque sería como chocar con la privacidad de la persona. Tal idea que suena a delirio, pues desconoce el papel de maestro y el hecho de que evidentemente los conocimientos son construcciones sociales, pues la gran mayoría de ellos existen mucho antes del nacimiento del aprendiz; es en síntesis lo que proponen académicos ociosos que desconocen la realidad de las aulas y son financiados con dinero de fundaciones que al parecer tienen intereses subalternos no educativos.

La mejor manera de difundir el constructivismo pedagógico no ha sido mediante el debate y los mecanismos democráticos, sino mediante la imposición de las reformas educativas que lo presentaron bajo la forma de "Nuevo Enfoque Pedagógico" (NEP) y distribuida en documentos oficiales sin rigor académico.

El Constructivismo Pedagógico es contrario a la escuela pues niega la importancia del maestro, niega la existencia del conocimiento objetivo y por lo tanto es contrario a la ciencia, niega la tradición pues de acuerdo a ellos nada puede transmitirse; los constructivistas no tienen nada que hacer en la escuela ni en la Pedagogía, son enemigos soterrados de la racionalidad y de todos los valores que entrañan la verdad, la democracia y el derecho a la educación de las nuevas generaciones; no es casual que la plutocracia internacional los esté utilizando como caballito de Troya para profundizar sus reformas económicas.

06 abril 2010

Arguedas y la educación

Extracto de la conferencia "Educación y Folklore" (1965)
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Ya en 1965, el gran Arguedas era consciente de los peligros del "metodologismo" o "pedagogismo" en educación, esa tendencia que da más importancia al método y deja de lado dos aspectos sumamente importantes en la enseñanza: el conocimiento concreto del alumno (que depende de la experiencia del maestro) y el dominio de la materia o disciplina.
Ese hermoso concepto de conocer la cultura del alumno ("folklore" lo denomina según la terminología antropológica de su época) para poder llegar a su espíritu, de lo contrario no es posible comunicación pedagógica alguna; nuestros pedagogos actuales dirian que se logra "divesificando" y "contextualizando" el currículo y para lo cual han inventado un conjunto de ritos y conjuros casi mágicos para llevarlo a cabo y que termina en un terrible aburrimiento tanto para el maestro como para el alumno, debido al formalismo escesivo.